Pensamientos de junio

Quién no quiere esconderse detrás de esa sombra que se asoma. En un par de crepúsculos estaré nuevamente vendiendo mi alma al diablo para que no duela. El precio será pactado y no habrá duelo. Detrás de la pared dejo el resto. Hay un muro tan grande entre la felicidad y mis estados. Quisiera detener el tiempo, pulirlo. Limpiarlo y descontaminarlo y en papel manteca leer lo que viene después de la última noche.

Y en la misma posición fetal empiezo a arrancarme a arañazos la piel que me vistió la última noche. Solo duele ese momento del desgarro de los recuerdos, el resto es un ánimo tibio que me atasca la sangre. Y dejo de sentir. Y dejo de medir. En posición fetal deshago los enredos mentales que me ataban a todo lo que era eterno y duraba un día. A estas alturas no quiero la suave brisa de la imposibilidad asumida. Me escapo de todas las vidas que tuve hasta ahora, en ninguna estuvo mi lugar. Y el estrés me perturba. Nuevamente la huida forzosa de algo que no lo siento mío. Y en esa misma posición fetal trazo los pasos de un camino nuevo. Volver a nacer después de todo, como el sol que salió a las cinco y el agua que hierve al fuego. Todo se mueve, se eleva en una pompa de gas y se explota. Dura una milésima de segundo en cada porvenir. Y se entierra lo que fue en una fosa de barro fértil. Sé que siempre crece una flor lavanda.



Luciana Salvador

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...